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Situación del Pueblo Tolupán de El Negrito, Yoro (Honduras)



Introducción

El pueblo Tolupán, una de las etnias originarias de Honduras, enfrenta una situación de vulnerabilidad crítica. Su existencia se ve amenazada por múltiples factores: despojo territorial, pobreza estructural, amenazas ambientales, criminalización de líderes y falta de presencia estatal. En el municipio de El Negrito, departamento de Yoro, esta situación adquiere una gravedad particular. Este informe documenta aspectos clave del contexto tolupán actual en esta zona.


1. Derechos territoriales y conflictos por la tierra

Las comunidades tolupanas de El Negrito poseen títulos comunales históricos (como el de la tribu San Francisco de Locomapa, otorgado en 1864), sin embargo, el Estado ha entregado concesiones forestales y mineras a empresas privadas sin consulta previa. Esto viola el Convenio 169 de la OIT y ha generado disputas internas entre líderes comunitarios y defensores de derechos indígenas frente a actores externos.

Ejemplo de ello es el conflicto por la tala de bosques comunales autorizada por el Instituto de Conservación Forestal (ICF) a empresas como Inmare y Velomato. Estas operaciones han provocado la división de comunidades y criminalización de defensores indígenas. En 2019, nueve líderes de Locomapa fueron judicializados por oponerse a la tala ilegal.


2. Condiciones de vida

El 93.9% de la población tolupán vive en pobreza extrema. Las familias sobreviven con menos de 15 dólares al mes, según organizaciones sociales. La desnutrición infantil afecta al 95% de los niños. Muchas comunidades carecen de acceso a agua potable, energía eléctrica, educación formal y servicios de salud. Caminos intransitables y aislamiento estructural empeoran las condiciones de vida.

Durante los huracanes Eta e Iota en 2020, muchas aldeas tolupanas quedaron completamente aisladas, sin ayuda humanitaria inmediata, lo que visibilizó la histórica omisión del Estado.


3. Impacto ambiental e industrias extractivas

El territorio tolupán está marcado por la presencia de recursos naturales codiciados por intereses extractivos. En Yoro existen más de 20 concesiones mineras activas, muchas dentro o cerca de tierras indígenas. En Locomapa, por ejemplo, se ha denunciado la extracción ilegal de antimonio y el saqueo de ríos por parte de empresas con respaldo militar o policial.

La tala indiscriminada también amenaza la sostenibilidad del ecosistema y la seguridad alimentaria de las comunidades. Líderes ambientales tolupanes han sido atacados, desplazados o asesinados por defender sus recursos naturales.


4. Organización política y resistencia indígena

El pueblo Tolupán está compuesto por unas 28 a 31 tribus, organizadas tradicionalmente en consejos tribales y agrupadas en la Federación de Tribus Xicaques de Yoro (FETRIXY). En los últimos años, la fragmentación política ha sido incentivada por actores externos interesados en dividir a las comunidades para facilitar el extractivismo.

A pesar de ello, se han fortalecido espacios de resistencia y defensa de derechos. Líderes como Ángela Murillo y Consuelo Soto han visibilizado la situación tolupán en espacios nacionales e internacionales. En 2024, el Consejo Tribal de Las Vegas de Tepemechín fue galardonado con el Premio Carlos Escaleras por su lucha ambiental.


5. Criminalización y violencia

Desde 2013, más de 20 defensores tolupanes han sido asesinados. Uno de los casos más emblemáticos fue el de María Enriqueta Matute, Ricardo Soto y Armando Fúnez, asesinados en agosto de 2013 en Locomapa. Los crímenes siguen impunes.

En 2023, el líder Melvin Geovany Mejía fue asesinado por defender el territorio de su comunidad. Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), existe un patrón de violencia sistemática contra el pueblo Tolupán. En 2024, la CIDH amplió medidas cautelares a 61 líderes de Locomapa por alto riesgo de represalias.


Conclusión

El pueblo Tolupán enfrenta una crisis multidimensional: despojo territorial, pobreza estructural, violencia y falta de acceso a servicios básicos. La omisión del Estado, la criminalización de la defensa ambiental y la expansión de intereses extractivos profundizan esta situación. Es urgente que el Estado hondureño reconozca los derechos ancestrales del pueblo Tolupán, respete el consentimiento libre, previo e informado, y proteja a sus defensores.


Recomendaciones:

  • El Estado debe reconocer los derechos ancestrales del pueblo Tolupán.

  • Implementar el consentimiento libre, previo e informado.

  • Proteger legal y físicamente a defensores indígenas.

  • Garantizar acceso a servicios básicos en territorios indígenas.

  • Detener y revisar concesiones extractivas en tierras indígenas.



Fuentes:

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